lunes, 5 de septiembre de 2011

Equinoccio de Otoño

                        
Desde mediados de agosto, al atardecer, se oye a menudo a la gente
mayor decir "ya se van notando los días".
Y al repetir ese tópico, traslucen su sensibilidad al ciclo de las
estaciones, su atención al paso del tiempo.
Los días se van acortando, la brillantez y exuberancia de la vida
estival van menguando; en la vendimia y sus fiestas muestra el verano
su último fulgor y da paso al otoño.
Equinoccio. Punto de inflexión. A partir de ese momento la noche va
siendo mayor que el día. El otoño, cada vez más oscuro, es como el
atardecer del año que conduce a la noche invernal.
Cuando el sol va declinado, cundo poco a poco, el día va cediendo
terreno a la oscuridad, llega el momento de la reflexión.
Como dijo Hegel: ?La lechuza de Minerva emprende su vuelo al
atardecer?. La sabiduría despliega sus alas cuando, tras los frutos
del verano, la mente y el espíritu dirigen su mirada sosegada sobre
los acontecimientos y las acciones del día, del año, de la vida.
El otoño, atardecer del año, facilita la reflexión, nos ayuda a
decantar las enseñanzas extraídas de los triunfos y fracasos vividos
y, con ello, a adquirir experiencia.
Del estudio y valoración de los frutos del verano nace el conocimiento
para seleccionar las mejores simientes y para acondicionar el terreno
donde sembrar para la cosecha del año próximo.
El otoño, forma y símbolo del declinar de la vida, del suave e
imparable paso de la madurez a la vejez y preludio del tránsito, nos
sugiere la reflexión global, la búsqueda de la Sabiduría más allá de
los saberes particulares, la asunción de la Experiencia que engloba y
trasciende todas las experiencias.
Y todo ello nos orienta hacia lo que permanece más allá de las
vicisitudes cotidianas, hacia la Verdad, el Bien, la Belleza y
unificándolo todo la Vida, que es Una en sus múltiples manifestaciones.
El otoño nos invita a desplegar las alas de nuestro espíritu y a
preparar nuestra prueba más importante, porque, como dijo S. Juan de
la Cruz, "al atardecer de la vida, me examinarán del Amor".

No hay comentarios: