jueves, 2 de febrero de 2012

El problema

Cuenta la leyenda que en un monasterio
budista ubicado en una ladera
casi inaccesible de las frías y escarpadas
montañas de los Himalayas, un
buen día uno de los monjes guardianes
amaneció sin vida.
Le hicieron los rituales tibetanos propios
para esas ocasiones, llenas de
profundo respeto y misticismo.
Sin embargo, era preciso que algún
otro monje asumiera las funciones
del puesto vacante del guardián. Debía
encontrarse el monje adecuado
para llevarlas a cabo.
El Gran Maestro convocó a todos los
discípulos del monasterio
para determinar quien ocuparía el
honroso puesto de Guardián.
El Maestro, con mucha tranquilidad
y calma, colocó una magnífica mesita
en el centro de la enorme sala en la
que estaban reunidos y encima de ésta,
colocó un exquisito jarrón de porcelana,
y en él, una rosa amarilla de
extraordinaria belleza y dijo:
?He aquí el problema.?
?Asumirá el puesto de Honorable
Guardián de nuestro monasterio el
primer monje que lo resuelva.?
Todos quedaron asombrados mirando
aquella escena: un jarrón de gran
valor y belleza, con una maravillosa
flor en el centro.
Los monjes se quedaron como petrificados,
en el más respetuoso silencio,
hundidos en sus interrogantes internas?
¿Qué representaría ese bello jarrón con flores?
¿Qué hacer con él?
¿Cuál podría ser el enigma encerrado en tan delicada belleza?
¿Simbolizaría acaso las tentaciones del mundo?
¿Podría ser algo tan simple como que necesitara agua la flor?
Eran tantas preguntas?..
En un momento determinado, uno de los discípulos sacó una espada,
miró al Gran Maestro, y a todos sus compañeros,
se dirigió al centro de la sala
y ...
Zas!! destruyó todo de un sólo golpe.
Tan pronto el discípulo retornó a su lugar, el Gran Maestro dijo:
?Alguien se ha atrevido no sólo a dar solución al problema, sino a eliminarlo.
Honremos a nuestro nuevo Guardián del Monasterio".
En realidad, poco importa cuál sea el problema.
Hay problemas cuyo aspecto nos confunde, pues halaga los sentidos.
En el fondo sigue siendo un problema.
Si es un problema, es exactamente eso: un problema, y precisa ser eliminado,
no importa que se trate de una mujer sensacional, o de un hombre maravilloso
o de un gran amor que se ha esfumado; por más hermoso que
haya sido la experiencia que has vivido o lo significativa que haya sido la
persona con quien has estado, si no existiera más sentido para ello en
tu vida, tiene que ser eliminado.
Muchas personas cargan la vida entera el peso de cosas
que fueron importantes en su pasado y que hoy solamente ocupan
un espacio inútil en sus mentes,
espacio que es indispensable para recrear la vida.
Un antiguo proverbio Chino dice:
"Para que tú puedas beber vino en una copa que se encuentra llena de Té,
es necesario primero tirar el té, y entonces podrás servir y beber el vino."
Limpia tu vida, comienza por las gavetas, armarios,
hasta llegar a las personas del pasado que no tienen más sentido
que sigan ocupando un espacio en tu mente.
Exígete a ti mismo lo que te gustaría exigirles a los demás,
y a los demás déjalos tranquilos sin esperar NADA de ellos.
Así te ahorrarás disgustos.
No te quejes con tu Dios diciéndole que tienes un gran problema,
dile a tu problema que tienes un gran Dios.

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