viernes, 22 de octubre de 2010

Actitudes que hacen a uno incompetente

Swami Kurmarajadasa

�� Vanidad. Menospreciar, a veces bordeando la arrogancia, creerse superior a los demás.
�� Egoísmo. Pensar sólo en ti mismo sin importar que tus actitudes o acciones pueden perjudicar a otros.
�� Egocentrismo. Creer que eres el centro o el ombligo del mundo. Llamar la atención con actitudes, acciones, vanidades enfrascadas, vender tu cuerpo o tu alma, sutilmente, etc.
�� Egotismo. Creer que eres el creador del cielo y la tierra. Creer que todo lo que sucede a tu alrededor es debido a ti. Delirios de grandeza y megalomanía son sinónimos.
�� Soberbia. No aprender de los errores, ni de la
historia, ni de las experiencias pasadas.
�� Orgullo. Arrogancia. Negarse a cambiar, adaptarse a nuevas circunstancias y evolucionar. Encabezonarse por tener siempre razón. Ser un maleducado. Exigir a los demás que cambien o cedan, pero tú no. Creer que la igualdad no está echa para ti.
�� Ser agresivo o violento.
�� Prejuzgar y no escuchar. Ser perezoso.
�� Mucha valentía física, pero poca valentía moral. Creer que los demás son cobardes. Ubicar la inteligencia en los músculos, el glande o los ovarios.
�� Falta de moderación. No le importa nada o le importa todo en exceso.
si tú no se lo permites. Si te golpean una vez la culpa es suya, si te golpean dos veces, la culpa es tuya.
�� Sentirse culpable y no poner solución.
�� Pasividad e indecisión al tratar con los problemas.
�� Tendencia a culpar a los demás.
�� Tendencia a la lucha y la discusión.
�� Excesivo gusto por la tradición y miedo al progreso.
�� Ofuscación. Falta de creatividad, improvisación, inventiva y de apertura mental. No ver la realidad que tienes delante de tus ojos.
�� Tendencia a censurar las actitudes u opiniones de los demás en lugar de plantear nuevas opiniones, matices, enriquecimientos, etc.
�� Poca capacidad para sufrir y levantarse. Huir u odiar el sufrimiento. Eso trae como consecuencia sufrir permanentemente.
�� Dejarse llevar por el miedo, el odio o el rencor, en lugar del amor.
�� Síndrome de Estocolmo. Dejarse manipular, dejarse golpear, dejar que perjudiquen tu autoestima. Nadie puede hacer que te sientas inferior,

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