Se cuenta que en una ocasión Sócrates le pregunto a un alumno potencial: “Y tú ¿Qué sabes?”, a lo que el interpelado contestó: “Yo sólo se que no sé nada”. “¡Ah!, - contestó el filósofo con su voz profunda- Entonces estás en el buen camino, ya que ese es el principio de la sabiduría”.
El principio de la sabiduría, precisa otro principio previo: Amar esa sabiduría. Y cuando uno ama, lo hace sin contemplaciones. Sin juicios, sin ambages. Sin críticas. En resumen, con la mente amplia y tolerante. Pues el principio del ser humano es el Amor y el Amor mueve el motor del conocimiento y la curiosidad. A través del Amor, el Hombre se acerca a su entorno. Contacta con él y aprende lo que éste le muestra.
En resumen, evoluciona.
Al evolucionar, conecta con otros planos superiores que le mantienen en constante movimiento. La energía vibra y, con ella, el ser Humano sigue su camino al alza. Y en este peregrinar al alza, inicio un nuevo grado. Más aún: un nuevo triángulo.
Es hora de pararse a pensar y a asimilar.
El fin de un triángulo es el término de un bloque. Cada triángulo es un peldaño ascendente. En esta ocasión, a superar obstáculos y a completar mis posibilidades de afrontar el entorno que me rodea. Con cada triángulo completo estudios que me ayudan a ir encajando las piezas de un puzzle maravilloso: La Búsqueda.
Pues… ¿No somos sino Sinceros Buscadores?
¿Y qué buscamos? Aún es pronto para definir una respuesta. He de afrontar más triángulos.
Pero… ¿He empezado realmente a comprender? Aún es pronto en este primer escalón de la Cámara Postular. Todavía “postulo” (en esencia, Busco) pero voy formando las ideas por tríadas:
Por sentidos: Vista, Oído, Olfato.
Por colores: Verde, Naranja, Azul.
Por contenidos: Energía, Percepción, Consciencia.
Sí, la figura se va formando.
El primer triángulo. La Información.
Es hora de meditarla.
Sigo mi camino por el Cuarto Grado tratando de abrir más puertas.
J.R.S.G.
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